Siempre digo que tengo los mejores clientes del mundo. Personas como Cristina y Mario hacen crecer a uno como fotógrafo y como persona, hacen que uno ame su profesión.
Ellos confiaron en mí desde el primer momento para fotografiar su historia de amor. Su boda fue espectacular, llena de momentos emocionantes donde las risas y las lágrimas brotaban a cada instante.
Celebraron su boda en Córdoba.
La ceremonia religiosa fue en una de las iglesias más bonitas y con más historia de Córdoba, la iglesa de Santa Marina. Después nos fuimos todos al precioso Cortijo la vieja cigarra, D-PLEIS se encargó de la organización y Wonder Blooms de la decoración floral, para que todo resultara espectacular.
Ellos se quedaron con ganas de más fotos, así que, junto a mi amigo Santi Veiga (uno de los videógrafos de bodas con más talento de este país, premiado en el TOP20 VIDEO SPAIN) nos fuimos hasta Madrid, donde realizamos una sesión postboda por sus calles, parques y avenidas. Incluso, ya a última hora, y con Cristina aún con su traje de novia ya casi destrozado, nos fuimos a cenar y a tomar unas cañas en el único bar que quedaba abierto. La gente nos miraba un poco extrañados, pero ya sabemos que en Madrid uno puede hacer lo que le dé la gana.
Sólo tengo palabras de agradecimiento para Cristina y Mario y les deseo toda la suerte del mundo en su nueva etapa como esposos.