Priscila y Marlos, brasileños de nacimiento y afincados en Málaga, sabían que su boda iba a ser muy especial. Fue una boda íntima, rodeados de sus familiares y amigos más cercanos. Se prepararon para su boda en la misma finca donde celebraron la ceremonia religiosa y la fiesta, en un lugar precioso rodeados de montañas y vides. Una vez más tengo que dar las gracias a todas las parejas que deciden confiar en mí para ser su fotógrafo de boda. Parejas muy diferentes unas de otras, de distintos lugares y con distintas creencias y formas de vivir, pero que tienen en común la importancia que le dan al recuerdo que quedará con las fotos de su boda.